Para los que me conocen, les queda claro que no puedo estar sentada más de dos minutos, sin embargo, lo logré. Mi primer libro en librerías… Ya tengo hijos en cantidad suficiente y muchos árboles plantados en mi haber, pero me faltaba el libro. Bueno, ya está: en Yenny, Cúspide y el Ateneo, entre otras.
He escrito muchas cosas: los Kits de WHALECOM, miles de casos, miles de artículos, capítulos de libros, informes basados en investigaciones. Hojas y hojas, pero nunca, hasta ahora, un libro de principio a fin.
Representa algo importante para mí. Para compartirlo, les cuento la historia que comienza hace mucho mucho tiempo. Mi primera carrera universitaria fue Letras. Salí del secundario con la nota máxima y muy intelectualosa, con la idea de ser escritora. Era una época en que era capaz de pararme frente al quiosco esperando con ansias que entregaran la revista Crisis, ya que esto implicaba el momento de mayor plenitud de la semana. Al año cerraron la Facu y con eso se interrumpió muy tempranamente, y a pesar mío, mi carrera de escritora.
Viré a la docencia: primero Maestra y luego Ciencias de la Educación. Pero siempre me las arreglé, desde todas y cada una de las funciones que desempeñé a lo largo de mi vida profesional, para comunicar en forma escrita y producir textos. Este momento significa una recuperación delos orígenes. O quizás, explica mi paso por Letras. Como dice Steve Jobs en su famoso discurso a los graduados 2005 de Stanford, cuando uno mira para atrás se unen los puntos.
Para todos mis alumnos y clientes no es más que la puesta en libro de lo que siempre me escuchan decir. Les cuento que, fiel a mi estilo, el libro, además de teoría, combina humor y bajada a la gestión. Con Vanina (Klinko) pergeñamos unos comics que ilustran la teoría y la sintetizan.
A partir de mi obsesión por la bajada a la gestión, diseñé muchos ejercicios y actividades para que los lectores puedan bajar la teoría a la gestión de sus grupos de trabajo. Y ya que de bajar se habla, también se pueden bajar los ejercicios de este blog y usarlos.
Disfruté muchísimo del proceso de investigación (4 años) y del de producción (6 meses). Logré quedarme sentada por horas y horas. En los últimos días antes del deadline de entrega a la editorial, me puse un objetivo de páginas diarias que cumplí a rajatabla. Cuando entregué el libro terminado tuve una sensación de satisfacción que justificó todas las horas de encierro.
Por esto, es solo el primero. Ya está planificado el segundo, y ¡el tercero! Me parece que me va a pasar lo mismo que con los hijos y los árboles.
Podés encontrar más información de Turbulencia Generacional. editorial TEMAS, acá.
Espero que lo disfruten como lo hice yo.