Confieso que hace unos días, cuando me pidieron dar una clase/seminario sobre Trabajo en Equipo, casi me desmayo. Hace como 10 años que no hablo de ese tema y algunos de los consultores del equipo son re-expertos. Me puse las pilas y a investigar qué había de nuevo…
Las teorías clásicas sobre los equipos (John Katzenbach, los roles de Belbin, las etapas de crecimiento de Tuckman… ) han quedado bastante desactualizadas en la era de la colaboración. Equipos virtuales, equipos transculturales, con diversidad generacional, equipos de proyecto… muchos desafíos nuevos en la conformación de los equipos y su rol en la organización.
Como si esto fuera poco, en la este cambio de época, con una grandísima demanda de innovación, se necesita otra cosa. Como dice A. Edmondson en el artículo Teamwork On The Fly (HRR, abril 2012), “cuando se debe resolver un tema de una forma diferente y única, los equipos tradicionales no son prácticos.”
Para agregar más desconcierto al tema, las teorías clásicas siempre ponen foco en el rol del líder, basadas en el management de la dirección y control. Las decisiones sobre meta, organización y modo de trabajo son siempre “top down”. Los equipos siglo XXI son muchos más planos, la gente mucho más autónoma y con mayor participación. Baste contar como ejemplo que, hace unos días, una amiga que dirige una agencia de publicidad me contó que tuvo que rechazar un pedido de un cliente porque “el equipo se amotinó, porque no estaba de acuerdo con el mensaje que era engañoso para la comunidad…, y todos plantearon que no iban a trabajar en el proyecto….”. Los miembros del equipo asumiendo posición sobre “qué está bien” y “qué está mal”, presionando al líder (obviamente, generación Y) y definiendo el posicionamiento de la empresa.
Estamos entrando a un mundo de fronteras difusas: de las organizaciones (y equipos) amurallados (compartimentos estancos bien delimitados) a organizaciones como matrices. (Un tsunami de cambios!!!)
Siglo XXI que trae equipos que se arman y desarman según el proyecto, equipos en los que la gente decide participar, con límites difusos, trabajo virtual, autonomía operativa, y donde se valora lo distinto, tanto en las perspectivas como en la diversidad de sus miembros. Los equipos de trabajo mucho más parecidos al equipo de producción de una película.
Grandes cambios, gente que espera otra cosa, líderes que necesitan otras habilidades.
Empezamos una serie de posts sobre teorías clásicas vistas con ojos modernos y algunas teorías nuevas.