El liderazgo es una conversación
Así dicen Boris Groysberg y Michael Slind en un muy buen artículo de la última edición de la Harvard Business Review[i]. Dirás, nada nuevo. Ya en el quinto siglo antes de Cristo, Sócrates iba descalzo por las calles de Atenas trabando combates dialécticos con sus conciudadanos. Este célebre filósofo era hijo de una sociedad que tenía en alta estima al arte de la conversación. No es casual que Platón haya elegido el formato de diálogos para transmitir su obra filosófica.
La oratoria era otra competencia clave que se suponía debía poseer un ciudadano ateniense. Tanto para pronunciar discursos en el ágora como para defenderse en un juicio, los griegos libres dedicaban largas horas a perfeccionar sus habilidades discursivas. En El Arte de la Retórica, Aristóteles pretendió dar estatus científico a esta disciplina e identificó tres elementos que determinan la eficacia de un orador: el logos (la lógica del argumento), el pathos (el impacto emocional del discurso) y el ethos (los valores expresados por el orador). Los griegos sabían que las artes de la conversación y la oratoria eran dos elementos clave para influir y lograr cambios.
Veinticinco siglos después de la Grecia clásica, estas habilidades de comunicación conservan siguen siendo centrales para lograr objetivos. Las organizaciones son redes de conversaciones y el liderazgo dentro de ellas se ejerce a través del lenguaje.
Pues bien, el aporte de Boris y Michael va más allá de todo esto. En un siglo XXI en el que los cambios son tan gigantescos, la conversación debe tener otra finalidad y otros parámetros. El sistema anterior basado en el comando y el control no es más viable. Es necesario remplazarlo por otro modelo. Este modelo sera conversacional. La gente (empleados, clients, gremios, etc.) escuchará las conversaciones que tengan las siguentes finalidades:
- Intimidad (estar cerca)
- Interactividad (participación)
- Inclusión (para crear cultura)
- Intencionalidad (para dar marco estratégico)
Ampliaremos estas características próximamente.
Nuevamente, desde los griegos a hoy, la conversación es central. Pero debemos cambiar su intencionalidad, su forma, su proceso.
[i] http://hbr.org/2012/06/leadership-is-a-conversation/ar/1?referral=00134. Groysberg y Slind son también autores de Talk, Inc, How Trusted Leaders Use Conversation to Power Their Organizations, publicado por Harvard Business Review Press este año.